La natación ofrece múltiples beneficios para niños en el espectro autista, tanto a nivel físico como emocional y social. Algunos de los beneficios más destacados incluyen:
- Mejora de habilidades motoras: La natación ayuda a desarrollar la coordinación, el equilibrio y la fuerza muscular.
- Reducción de la ansiedad: El contacto con el agua tiene un efecto relajante que puede disminuir el estrés y la sobreestimulación sensorial.
- Fomento de la interacción social: Participar en clases de natación puede ser una oportunidad para interactuar con otros niños en un entorno estructurado y seguro.
- Estimulación cognitiva:Aprender a nadar implica seguir instrucciones y desarrollar habilidades de concentración.
- Seguridad en el agua:Dado que muchos niños en el espectro autista se sienten atraídos por el agua, aprender a nadar puede prevenir accidentes y ahogamientos.
Además, la natación puede ser una forma de meditación activa, ayudando a calmar la mente y mejorar la concentración.